Texto y fotografías:

Myriam Raquel González-Oviedo

Pediatra, Dermatólogo pediatra

Lic. Comunicación Social

Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.

 

Salir a la calle, ir de vacaciones a la playa o a la montaña y exponerse al sol indiscriminadamente ya no es un chiste. Cada año son miles los casos nuevos de cáncer de piel que se diagnostican en el mundo (incluyendo a Venezuela), producto de las radiaciones solares.

Los especialistas de países que mantienen investigaciones y estadísticas sobre estas lesiones consideradas como epidemia, alertan sobre la posibilidad de que uno de cada dos australianos y uno de cada cinco americanos de Estados Unidos pueden padecer cáncer de piel en algún momento de su vida.

Se ha demostrado que una sola quemadura solar de severa intensidad ocurrida en la infancia, aumenta el doble de riesgo a padecer melanoma, la peor forma de cáncer de piel.  A pesar de ello y de las campañas de prevención solar la Fundación de Cáncer de Piel (www.skincancer.org) informa que el 54 % de los niños a los 2 años de edad ya han tenido quemaduras solares o se han bronceado. Sin embargo, estas cifras se quedan cortas si se toma en cuenta que los casos registrados pertenecen sólo a personas que acuden a las campañas, de donde se deduce que el sol está afectando a un mayor porcentaje.

Si bien es cierto que los individuos con piel, ojos y cabellos claros son los más susceptibles al daño solar, la piel morena y la negra también se broncean y queman, como ha quedado demostrado en los trabajos sobre sol y piel realizados por la AVDP (Asociación Venezolana de Dermatología Pediátrica) en nuestro país, por lo que las medidas preventivas se deben aplicar sin importar el color de la piel, ni la edad de los individuos.

Una de estas medidas preventivas consiste en el uso de protectores solares los cuales han sido probados desde hace más de 60 años. Hoy día la mayoría contienen bloqueadores físicos y químicos con factor de protección solar (FPS) mayor de 20 para ambos tipos de radiación UVA y UVB. En Europa estos productos han sido regulados con FPS hasta 50 +, o 50 plus, sin embargo en Estados Unidos y aun en nuestro país se comercializan con FPS superiores. Los mejores son los que contienen alta protección UVB indicada como FPS y protección UVA indicada como PPD.

La inadecuada aplicación de los protectores solares tiene una repercusión directa sobre su eficacia. Las personas generalmente aplican la mitad o menos del 20% de la cantidad que requieren, así como también dejan de aplicárselo en áreas como: alrededor de los ojos, línea de implantación del pelo, cuero cabelludo, orejas, cuello y pies, dejando estas estructuras vulnerables a la acción de los rayos solares. Lo correcto seria aplicar el protector solar una hora antes de exponerse al sol, preferiblemente antes de salir de la casa (sobre piel seca) y reaplicarlo cada dos horas, aunque el mismo diga “resistente” o “a prueba de agua”.

VACACIONES SIN RIESGO DE QUEMADURAS

1.- Evite la exposición directa al sol entre las 10.00 am y las 4.00 pm.

2.- Manténgase a la sombra. Con los valores actuales del índice de radiación ultravioleta, se aconseja no estar más de 15 minutos bajo el sol. 

3.- Protéjase con ropa y trajes de baño manga larga (colores oscuros); sombreros y gorras con visera o ala ancha que proteja la cara, el cuello y las orejas; así como lentes especiales (incluso para bebes) que especifiquen protección UVA y UVB y aplique protectores solares de acuerdo al tipo de piel.

4.- Tome en cuenta el reflejo de la radiación. El cemento, la arena, el agua, la nieve, reflejan la radiación solar aumentando el riesgo de quemaduras.

5.- ¿Qué el día está nublado y no hay sol? No. Las nubes filtran en parte los rayos infrarrojos, pero la radiación UVA y UVB permanecen casi intactas, por lo que se deben aplicar las mismas medidas de prevención.

6.- No utilice perfumes, desodorantes, cosméticos, medicamentos o productos naturales al exponerse al sol: pueden provocar manchas y quemaduras.

7.- Beba agua con frecuencia.

8.- No piense que si está protegido con un filtro solar, puede estar más horas bajo los rayos del sol, esto es un error. Aplique la crema protectora varias veces, sobre todo si está en contacto con el agua, suda o usa la toalla; lo cual no significa que el tiempo de exposición deba ser mayor.

9.- Revise su piel y la de sus niños: cuanto más rápido se detecta el cáncer de piel, mayor probabilidad de que pueda curarse. Párese frente a un espejo y revise inclusive sus plantas (pies) y el cuero cabelludo. Observe si han habido cambios en algún lunar o si han aparecido nuevos y aplique la regla "ABCDE" para detectar señales de cáncer de la piel:

 

A (asimetría): si el lunar al dividirlo en dos no se ve igual en ambos lados.

B (borde): si tiene bordes poco definidos o irregulares.

C (color): si se ha oscurecido, perdido color o aparecen colores como azul, rojo, blanco, rosado, violeta o gris.

D (diámetro): más de 0,6 cm de diámetro.

E (elevación): levantado por encima de la piel y con superficie áspera.

Fíjese también si: sangra, crece rápidamente, descama, pica o no cicatriza… todo esto indica que debe acudir a un especialista de la piel (Dermatólogo pediatra o dermatólogo) a la brevedad posible.

Cuide en particular la piel de los niños por ser la más sensible a la radiación solar. No convierta las vacaciones en una tragedia familiar, de el ejemplo, cuide su piel y proteja la de su familia. Prevenir es salud.